La dirección asistida, una
invención que estuvo en los tableros de dibujo de los fabricantes de
automóviles durante décadas, finalmente se convirtió en una característica
común en los automóviles de la posguerra de los años 50. A finales de esa
década, uno de cada cuatro conductores daba vueltas con la ayuda de la
hidráulica, la dirección asistida es un elemento del que disponemos actualmente
al que no le damos apenas importancia, en parte debido a que muchos conductores
no se las han tenido que ver con coches que no disponen de asistencia de este
tipo. Se trata de una ayuda al conductor que le permite girar la dirección sin
esfuerzo, algo que en ocasiones puede requerir fuerza hercúlea sin esta asistencia.
Un autobús, un camión pesado,
un coche con neumáticos anchos todos ellos son candidatos para provocar un
esguince cervical al más pintado, pues la resistencia a la rodadura de los
neumáticos, en casi todos los casos, es bastante importante. Como experimento,
se puede tratar de mover el volante cuando el coche está parado y sin el
bloqueo de seguridad de la dirección.
No hay comentarios:
Publicar un comentario